BITEXTUALES Transcreation ¿Cómo contar buenos chistes?

¿Cómo contar buenos chistes?

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El arte de contar chistes radica en que hay que cautivar a la audiencia con una historia desde el principio hasta el final. Pero, si por algún motivo, hay que detenerse a explicar algún elemento de esta narración, la gracia del chiste cae y no entretiene.

En el periodismo como en la publicidad, si -al final de tu entrega- tenés que explicar algo, significa que no estás siendo conciso desde el principio. Dar rodeos para hablar sobre los beneficios de un producto, describir cuáles son tus credenciales educativas para explicar cuáles son los servicios que proveés, o contar cuál es el origen de tu profesión antes de pedir una entrevista con un cliente para hablarle sobre tus habilidades como solucionador de problemas, te van a jugar en contra.

Pero, ¿cómo consigo ir al punto desde el principio?

Lo primero es tener claro de qué voy a hablar, lo segundo es conocer bien a la audiencia a la que me voy a dirigir. Si soy capaz de describir mis servicios en dos líneas o menos y si doy por sentado que la gente a la que me dirigo entiende de lo que hablo, entonces, tenemos más del 50% de la tarea hecha.

En otra ocasión he hablado sobre cómo resolver dudas de las personas que buscan información sobre temas específicos, de una manera efectiva, y sigo sosteniendo mi punto: hay que ir directo al grano.

A modo de ejercicio, podés seguir los siguientes pasos para crear ese mensaje conciso que querés vender.

  • Identificá tu objetivo: ¿Querés dar a conocer tus servicios? ¿Querés entablar relaciones de networking? ¿Querés vender algo?
  • Explicá lo que haces: Realizo traducción de documentos para empresas e individuos. Me especializo en medicina, nuevas tecnología y métodos anticonceptivos.
  • Comunicá tu USP (Unique Selling Proposition). Tu USP es aquello solo vos -y no tus competidores- pueden ofrecer a tus clientes: Mis tiempos de entrega son de 72 horas por proyecto. Esto da como resultado un gran aumento en la eficiencia para los gerentes de una organización.
  • Crea empatía con una pregunta con la que se identifique tu cliente: ¿Cómo maneja su organización la traducción de documentos?
  • Practicá y memorizá estos puntos anteriores hasta que suenen naturales.
  • Por último, edita. Es decir, elimina cualquier información que absolutamente no necesita estar allí.

Si esto no queda aún claro, me gustaría compartirte una pequeña reflexión.

¿Alguna vez has escuchado o leído el cuento de El Dinosaurio, del autor guatemalteco Augusto Monterroso? Se le considera como el relato más corto del español, y va así: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Lo grandioso de este texto no radica en la originalidad del autor, que tiene todos los méritos, al dar vida a semejante historia sino en el desafío que se lanza hacia el lector. Mucho se ha especulado sobre el personaje que despertó. ¿Quién es? ¿De dónde venía? ¿Para dónde iba? ¿Qué hacía momentos antes de irse a dormir?

Ese juego a empaparse de lo que no se dice es lo que siempre me ha encantado de este micro relato. Monterroso, con esta sencillez y brevedad, ha logrado despertar la curiosidad de este mensaje apelando directamente a la vida personal del lector, que intentará dar una lectura diferente a este contenido desde su propia experiencia de vida. La publicidad y el periodismo deben perseguir la misma meta: cautivar con las historias, los contenidos, los productos que se presentan desde lo simple, pero contundente. No hay que andarse por las ramas.

Quien se detiene a explicar un chiste, pierde a la audiencia, pierde el dinero y el tiempo. No te vayás por las ramas.

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