Todos los que nos dedicamos a las letras soñamos con ver publicados nuestros textos. Por los tiempos que corren, hoy existe una forma tradicional de hacerlo y otra independiente. Gracias al internet, la publicación está al alcance de todo mundo. Sin embargo, aún queda pendiente el tema de la calidad, una característica de la que carecen, por desgracia, muchas publicaciones en la actualidad.
En esta ocasión vamos a explorar las seis formas que he experimentado en mi búsqueda editorial. Espero que ello te ayude a decidir cuál puede ser la mejor opción que se ajuste a tu caso en particular. Desde luego, yo las recomiendo todas pero, tomá en cuenta lo más importante: cualquiera que sea tu decisión, lo más importante es que te sentés a escribir ese libro del que tanto hablás. Sin ese material, ninguno de los medios que te estoy ofreciendo como alternativa para ser publicado valdría la pena. Para entrar en materia, te aconsejo pulir tus habilidades como escritor antes de mandarles cualquier cosa. Es decir, si tenés problemas de acentos, puntuación, tiempos verbales, coherencia, cohesión, claridad, etc., no mandés nada a nadie. Te vas a cerrar muchas puertas por propia mano y nadie te va a tomar en serio a partir de entonces.
PERIÓDICO
Muchos escritores se han dado a conocer a través de este medio ofreciendo sus textos de manera gratuita y de forma regular. Aunque no lo creas, los periódicos siempre están buscando material que publicar. Sobre todo si no tienen que pagar por él. Una de las principales puertas que podés usar para entrar a este mundo es a través de las columnas de opinión. Si te animás, tu material tiene que estar muy bien escrito y debe girar en torno a los acontecimientos más relevantes del momento. Las temáticas más populares, obviamente, suelen ser las de política, economía y deporte. En estos espacios siempre habrá audiencia puesto que la gente común y corriente confía en los periódicos para que les expliquen cosas. Esta es tu oportunidad para establecer tu voz como una autoridad frente a una temática en boga.
En principio, si te dan el espacio, este primer contacto te abrirá las puertas de la redacción y poco a poco podrás ir haciendo relaciones personales con las personas encargadas de publicar los materiales día día. Cuando ya estés establecido, podrá solicitar conocer a las personas encargadas de la sección que en realidad te interesa. Recuerdo que durante mis años de juventud yo siempre soñaba con algún día llegar a publicar en los espacios reservados para las letras de los periódicos que se imprimían los fines de semana, en especial los domingos, que era cuando publicaban sus materiales algunos escritores nacionales de renombre.
Si sos un poco más aventado y te gusta la investigación, te animo a que busques integrarte al equipo de redacción de la revista dominical. Por muchos años, como supongo es en otros países, los medios suelen dejar este tiempo para publicaciones un poco más ligeras y entretenidas, aunque podrías usar esta ventaja a tu favor para poder explorar la crónica, por ejemplo. Y me refiero a este género puesto que es el más cercano al del oficio del escritor, donde podés tener algunas libertades para contar historias, aunque los hechos ahí relatados no sean ficción. Si no tenés idea de lo que te estoy hablando, te recomiendo que consigas las publicaciones de Etiqueta Negra y Gatopardo.
Aunque, al principio, en los diarios, no podés publicar todo lo que te gustaría, por los compromisos editoriales del medio y porque lo que prima son las noticias, al menos estarás ganando experiencia dominando un género que permite amplitud de maniobra para experimentos narrativos.
REVISTAS LITERARIAS
Gracias a la internet ahora puedes enviar tus trabajos a cualquier lugar del mundo. Hay miles de publicaciones que estarían interesados en que les mandaras algún tipo de material. De hecho, la oferta literaria es muy amplia. Basta con que hagas una exploración mediante Google para saber dónde está publicando todo mundo. Un ejemplo de esto es letralia.com, un portal donde se recoge buena parte de la información relacionada con envíos/recepción de manuscritos y concursos literarios. El gran problema con esto es que el abanico es tan extenso que puede que no sepas distinguir entre las buenas y las malas publicaciones. Me refiero a que, pese a que hay muy buenas intenciones detrás de las revistas literarias que se crean en el mundo, para promover a los escritores y sus obras, muchas veces, buena parte de ellas, carece de la rigurosidad básica que se requiere en algunos textos. Es decir, algunos de estos sitios publican cualquier pieza literaria que les mandes sin importar si esta está llena de errores ortográficos o tiempos verbales mezclados, por mencionar dos cosas básicas. Muy pocas veces vas a tener una contrarrespuesta cuestionándote sobre el sentido de tus textos o si una imagen que acompaña tu poema es pertinente o perturbadora. A ellos, lo que les interesa es la publicidad, el contenido gratuito y la fama.
Claro, depende de la publicación. Gramma, por ejemplo, es una de esas revistas para la que todo mundo quiere escribir, porque ahí se codean las mejores plumas del mundo, pero a la que pocos pueden llegar por su rigurosidad académica.
